De pequeño, Garrincha, era muy conocido por los ojeadores, pero no podían creer que había un futbolista “que vivía en el bosque con las piernas dobladas y que podría regatear como el diablo” así que no fue descubierto hasta su adolescencia, tampoco tenia mucho interés él, ya que solo le interesaba jugar al fútbol. Cuando firmo en 1953 por el Botafogo ya estaba casado y era padre. En su primer entrenamiento ya demostró de sus habilidades con el balón doblando y regateándose al mismo Nílton Santos, internacional con Brasil medio defensivo. En su debut con el Botafogo, 19 de julio de 1953, marco un hatt-trick contra Bonsucesso.
Ante tanto talento en Brasil, fue difícil ser internacional para él con la selección. Se utilizo un estilo más europeo y un mejor trabajo de equipo, después que en el 1950 perdieran el Mundial de fútbol en su propia casa ante Uruguay. No fue convocado para la selección del 1954 el Mundial que se jugaría en Europa en Suiza. Gano el campeonato brasileño con el Botafogo con 20 goles en 26 partidos. Fue ya con la selección para los Mundiales de 1958 en Suecia y 1962 en Chile.
Volvió al Botafogo de Río llevando a ganar el campeonato Carioca en 1962 contra el Flamengo. Durante doce años jugo en el Botafogo, gano una vez el campeonato Brasileño y en tres ocasiones el Carioca, marco 232 goles en 581 partidos y se convirtió en un símbolo para el club.
Cuando su carrera fue en declive fue vendido en 1966 al Corinthians, que solo duro dos años ya que se marcho a un equipo colombiano, Atlético Junior. No llego a jugar ni un año en Colombia para volver a Brasil y jugar en el Flamengo, donde estuvo hasta 1969. En 1971 se llego a rumorear que firmo por el Estrella Roja pero no fue cierto. Su carrera profesional termino en 1972, para jugar en el Olaria, pero jugo partidos hasta 1982.
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